Stephanie Mitchell, una profesora de nutrición en la Universidad del Verbo Encarnado que participó en nuestro viaje de inmersión, está muy preocupada por la calidad del agua y el hecho de que puede producir salud o enfermedades.

Ella tuvo una conversación con el director de una escuela en la zona rural de Chimbote, que está cerca de un centro de educación pre-escolar donde trabaja la Misionera del Verbo Encarnado, Selena Mitchell y donde los voluntarios de Conexión Global de Mujeres pintaron un mural con el artista local Richard Jon Castañeda Estrada.

El director explicó que en la escuela si hay agua, pero las personas del vecindario pequeño que está detrás de la escuela no tienen un suministro de agua. Así que el agua que llega a la escuela se hace pasar por una manguera que pasa en medio de las casas. Ahí cada familia puede conseguir un poco de agua. Se puede ver el tinaco de agua en el techo de la casa. También explicó que a menudo el suministro semanal de agua se agota y durante dos días la gente no tiene agua.

A veces, las personas lavan su ropa en la acequia de irrigación que cruza la calle desde la escuela. La escuela cuenta con retretes en el exterior que pueden jalarse y tienen una fosa séptica. Están a unos nueve metros de la acequia de irrigación.

Desafortunadamente, muchas personas tiran basura alrededor y en el interior de la acequia de irrigación. Las personas no siempre hierven el agua. Solo están ansiosas de tener agua.

Hay una canción que se ha vuelto famosa entre las mujeres y se llama Pan y Rosas. Las mujeres que se van a huelga pidiendo mejores oportunidades de trabajo dicen: “Necesitamos pan y rosas. Necesitamos lo que es necesario y lo que es hermoso”. Los niños de la escuela tocan nuestro corazón. Las personas del vecindario con las que hablamos fueron amables y se mostraron felices de tenernos ahí. Ojalá podamos traerles el agua que necesitan y que esté limpia, y ojalá también podamos darles belleza en el mural que pintamos para el centro de educación pre-escolar.

Stephanie está en contacto con un grupo que se llama 33 cubetas. Estarán en la zona de Truiillo en julio y ella los ha convencido para que también vayan a Chimbote. Ella está tomando muestras de agua en diferentes lugares para analizarlas. Después enviará a este grupo lo que descubra a través de esos análisis del agua. Ellos llevarán a cabo un estudio más extenso para ver si esta zona califica para su programa. El programa también proporciona filtros de agua para las familias. Uno de los planes de Stephanie es investigar subvenciones para financiar los filtros de agua. Si la gente pudiera ver la pobreza extrema de las familias que viven aquí y lo hermosos que son sus hijos, estarían dispuestos a asociarse con nosotros y ayudarnos a conseguir agua limpia para esta zona tan necesitada.

Artículo escrito por nuestra Hna. Martha Ann Kirk.

Este artículo se publicó originalmente en el Women’s Global Connection Blog.