Todos los continentes del mundo están bajo el impacto de la pandemia del corona virus. En San Luis Missouri están surgiendo extraordinarios cruces de caminos entre las comunidades a partir del llamado a ayudar y a apoyarnos unos a otros. A partir de su aporte a Forai, la Fundación del Verbo Encarnado está apoyando una conexión poderosa de alcance mundial.

“Iniciamos Forai en 2009 para prestar servicio a las personas más vulnerables en nuestro medio; mujeres refugiadas que recientemente se reubicaron”, dijo Sabra Li, Directora Asociada de la Misión Forai; la idea es apoyar a las mujeres refugiadas e inmigrantes locales a alcanzar sus metas en el ámbito económico, educativo y social mediante el entrenamiento y el apoyo de sus compañeras, y expandir las oportunidades de mercado para las artesanas.

A mediados de marzo, las órdenes de permanecer en casa debido a la pandemia nos obligaron a cancelar todas las clases donde se imparte entrenamiento y los eventos de ventas; también tuvimos que cerrar los locales físicos de las socias que venden al mayoreo. “Luchamos para que las artesanas siguieran recibiendo sus pagos, en especial porque algunas personas de sus familias perdieron sus empleos”, dice Sabra.

Forai dio un paso valiente y decidió comenzar a enseñar a sus costureras a hacer cubre-bocas para donarlos a las personas que trabajan en el cuidado a la salud a nivel local. Los donadores ayudaron a cubrir los gastos de esta transición mientras que las artesanas de Forai aprendieron a coser los cubre-bocas a través de video llamadas y otras aplicaciones. Forai lanzó la campaña “Compra 1 y Dona 3 Cubre-bocas” en su sitio web y la respuesta fue abrumadora.

“Desde el 27 de marzo, hemos hecho y donado casi tres mil cubre-bocas en los hospitales de la zona, en casas de descanso y en centros para el tratamiento de cáncer. Tenemos otro pedido de dos mil cubre-bocas en la que estamos trabajando actualmente y que necesitamos financiar. La necesidad es tan grande que contratamos otras tres costureras de nuestra clase de costure en el invierno”, explicó Sabra. “Este regalo de la Fundación del Verbo Encarnado no pudo haber llegado en un mejor momento. El dinero se usará para conservar a las costureras en su puesto haciendo cubre-bocas durante el tiempo que sea necesario”.

Una de esas costureras es Sui (que aparece en la foto), originaria de Birmania. Las ventas del negocio que tiene en su casa donde confecciona ropa tradicional para la comunidad de Birmania en San Luis Missouri, se vino abajo pues las bodas y otras celebraciones se cancelaron. Gracias a Forai, ella sigue teniendo ingresos para su familia y además presta servicios a quienes trabajan en el cuidado a la salud en San Luis Missouri.

Vung, otra artesana de Birmania, aparece con su hijo, cosiendo. “Vung comenzó a participar en las actividades de Forai cuando su conocimiento del inglés era mínimo y no sabía coser. Ahora ha sido promovida al puesto de Coordinadora Asistente de Ventas, donde está aprendiendo a coordinar ventas en eventos y a responder a pedidos a través de nuestra tienda en línea y a pedidos de quienes venden a mayoreo”, dijo Sabra. En este periodo, todas las ventas en eventos se cancelaron, así que Vung está reponiendo sus horas de trabajo en la confección de cubre-bocas, lo que también le permite estar en casa con sus hijos y supervisar su trabajo escolar.

Vung y su hijo

Forai es una de las muchas organizaciones que prestan servicio a inmigrantes y que se encuentran en la Parroquia de San Juan Bautista, en la zona histórica de Bevo en San Luis Missouri. La Fundación del Verbo Encarnado ha apoyado muchas iniciativas del vecindario de Bevo a lo largo de los años. “Financiar el trabajo del vecindario fomenta cambios sistémicos pues aborda las causas básicas de la pobreza y la opresión”, explica Bridget Flood, Directora Ejecutiva de la Fundación. “Fomenta la confianza de las personas para que puedan soñar y simultáneamente crear acceso a las herramientas y recursos que son necesarios para hacer realidad sus sueños.”

El trabajo actual de Forai, que surgió a partir de la pandemia global, ha creado un “intercambio hermoso para las artesanas inmigrantes”, dijo Sabra. “Ahora ellas están en una posición desde la cual pueden responder a las necesidades de su nueva comunidad.”