Una experiencia como voluntaria con inmigrantes en El Paso, Texas

por Jul 7, 2016¿Qué hacemos?, Blog, Nuestras historias0 Comentarios

Sor Anne Marie Burke comparte su experiencia de voluntariado con en el Centro de Hospitalidad Loreto/Nazaret, en el Paso, Texas.

Por S. Anne Marie Burke, CCVI.

Presté servicios como voluntaria en el Centro de Hospitalidad Loreto/Nazaret para inmigrantes, en El Paso, Texas. Llegué a El Paso el 15 de marzo de 2016 a las 4:15 p.m., S. Beatrice Donnellan, una Hermana del Espíritu Santo fue a recogerme a la estación de autobuses. Caminamos a la Casa Vides, donde ella trabaja como voluntaria. Casa Vides está a unas cuantas calles de la estación de los autobuses. Estuve ahí hasta las 8:00 p.m. Después de cenar con los residentes y los voluntarios, Marissa, una joven voluntaria, nos llevó al Convento de las Hermanas de San José de Concordia, donde me hospedé hasta el 26 de marzo. Luego me cambié al Convento de las Hermanas de Loreto y estuve ahí hasta el 11 de abril.

El 16 de marzo, Rose Mary, una joven voluntaria me recogió a las 6:45 a.m. y fuimos al Centro Nazareth para el turno de las 7:00 a.m. a las 2.00 p.m. Mientras esperábamos a Eina Holder, la directora de Nazaret, Rose Mary me habló de las tareas que se llevan a cabo en el turno de la mañana. Cuando llegó Eina, me dio una orientación sobre el Centro y me dio un escrito con la descripción de puesto de los voluntarios para que lo estudiara.

Los voluntarios trabajan en dos turnos: de las 7:00 a.m. a las 2:00 p.m., o el de las 2:00 p.m. a las 10:00 p.m., de lunes a viernes. El centro permanece cerrado los fines de semana. Por lo general de 30 a 40 inmigrantes se hospedan durante la noche y al día siguiente se van con sus familiares. Durante los dos turnos se trabaja con coordinadores, yo los acompañaba para conocer las diferentes tareas y recibir a los inmigrantes; les pedía información personal, les indicaba dónde estaba su alojamiento diciéndoles que llevaran su paquete de atención. Me ponía en contacto con sus familiares para coordinar el transporte y localizaba y coordinaba con un chofer para que los llevara a la estación de autobuses o al aeropuerto. Le explicaba a la persona que iba a viajar dónde tenía que cambiar de autobús o de avión. Normalmente, las diferentes parroquias donan los alimentos.

Durante mi experiencia en el Centro de Hospitalidad Loreto/Nazaret, tuve la oportunidad de acompañar inmigrantes de Guatemala, Honduras, El Salvador, México y también de Brasil, Cuba y Etiopía en su trayecto hacia la libertad. La mayoría de las mujeres viajaban con niños pequeños. Al reflexionar sobre mi experiencia en el centro me doy cuenta del amor de Dios hacia los pobres y los que sufren, que se manifiesta en el cuidado de los voluntarios y veo la forma en que nosotros participamos en el amor redentor de Dios al prestar servicios a los demás con solidaridad. Siento humildad y le doy gracias a Dios por todas sus bendiciones en nuestra vida y por la oportunidad de recibir y compartir su amor con otras personas.

Los Servicios de Semana Santa fueron una experiencia muy especial pues participé en dos parroquias diferentes y en el Seminario Franciscano. El Domingo de Pascua, S. Fran; una Hermana Franciscana, me invitó a comer con sus dos comunidades.

En abril, S. Becky Pérez me invitó a comer al Jardín de los Olivos para celebrar juntas la Fiesta de la Encarnación y el sábado antes de salir de El Paso, ella fue por mí, comimos en su casa y fuimos a Misa al Monte Carmelo. La hospitalidad de Becky es maravillosa.

También visité a la Hermana Petra Peña en Ciudad Juárez, S. Rita Nealon me acompañó. Las Hermanas María de los Ángeles y Raquel no estuvieron presentes. Petra nos habló de la forma en que trabaja con las mujeres en su ministerio.


En el encabezado: Sr. Anne Marie Burke, CCVI

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