Ganadores del Concurso de Arte “Misioner@s de Esperanza”: Fotografía

Estamos muy contentas por la gran respuesta que tuvo esta convocatoria y profundamente inspiradas por la creatividad, la sensibilidad y la esperanza que las y los participantes plasmaron en sus obras. Recibimos obras desde diferentes rincones de la República Mexicana.

El concurso fue realizado en el marco del Jubileo de la Esperanza para las personas migrantes y refugiadas, un tiempo para reconocer su dignidad, honrar sus historias y renovar nuestro compromiso de caminar a su lado.

La iniciativa fue organizada por la Red por Migrantes, Inmigrantes y Refugiados (MIRN), con el deseo de abrir un espacio donde la juventud pudiera expresar, desde el arte, su mirada solidaria hacia quienes emprenden caminos de búsqueda y de vida.

Gracias a todas y todos los que participaron y compartieron su talento.

¡Disfruten esta galería creada con tanto corazón! 💛

El pasado mes de agosto celebramos el concurso de arte “Misioner@s de Esperanza”, una iniciativa que buscó inspirar la creatividad y el espíritu misionero a través de diferentes expresiones artísticas. Hoy compartimos con alegría a los ganadores de la categoría Fotografía, que junto con sus obras, reflejan el talento y la esperanza que animan nuestra misión.

1er lugar: Ismael Ricardo León Cantú – “El abrazo que viaja más allá de las fronteras”.

A continuación, una explicación de la obra:

A 14,449 km de distancia de nuestro hogar, es complicado mantenerse en un estado de abnegación y altruismo constante. Una condición en el cual nuestros sentimientos y deseos carnales nos juegan en contra, y donde el servicio debe seguir siendo una prioridad en todo momento. Ante un estado indubitado y de inquietud, es difícil lanzarte a buscar al Padre sin verlo, y sin tener la certeza de realmente poder encontrar su mirada más allá.

Sister Sonia, Hermana Comboniana Mexicana, ha servido en la comunidad de Mongu, Zambia desde 2019. Se ha hecho una con Cristo y se ha comprometido con quien más ama. Su amor, transmitido por generaciones, acoge al desnudo, abraza al necesitado y acobija al más enfermo de salud y de alma. Refleja la fuerza de quienes aventuran lejos por un propósito mucho más grande.

Su ejemplo en únicamente uno de millones de migrantes con suficiente coraje y amor para transformar su entorno y brindar esperanza a quienes se encuentran en mayor necesidad, demostrando la fuerza y la esperanza que caracteriza no solo a quienes cruzan fronteras, sino también a quienes se atreven a arriesgarse por amor.

2do lugar: María García Ojeda – “El sueno Mexicano”

A continuación, una explicación de la obra:

Él llegó a México con su familia buscando una nueva vida. El campamento donde vive ya tiene seis años y cada vez llega más gente que también quiere un futuro mejor. Su niñez pasa entre carpas y rieles, recordándonos que muchos niños migrantes crecen en la espera, pero también que siguen soñando con un mañana diferente.

3er lugar: Bárbara Ghio Torres – “Caminando entre silencios”

A continuación, una explicación de la obra:

La foto refleja soledad, inocencia y un momento de pausa en medio del caos. La fotografía busca representar la imagen de un niño perdido como una metáfora de las familias que se separan a causa de la migración. Elegí mostrarlo de espaldas y en soledad para reflejar esa sensación de incertidumbre y desarraigo que muchas personas enfrentan. El blanco y negro refuerza la seriedad del tema, transmitiendo un tono de nostalgia y reflexión sobre las consecuencias humanas de estos procesos.

Mención Honorífica: Edith Sofia Sánchez Imperial – “Entre fronteras y flores”

A continuación, una explicación de la obra:

Esta fotografía representa lo que para mí es la población migrante, el hecho de viajar a otro lugar nuevo y tratar de adaptarse a ello. Esta mariposa se encuentra reposando y adaptándose a este nuevo ambiente rodeado de plantas y flores, tal y como los migrantes se adaptan a un nuevo país con la finalidad de buscar una mejor calidad de vida.

Una de las principales razones por las que las mariposas migran es para escapar de algunos problemas a los que se enfrentan en su hábitat natural, ya sea la escasez de alimento, la sobrepoblación y la competencia entre los recursos. De tal manera que ellas, no tienen otra opción más que migrar a otro lugar en busca de condiciones favorables. Teniendo esto en cuenta, en el 2024 se estima que al menos 123.3 millones de personas fueron forzadas a migrar dentro de su propio país, principalmente conflictos armados y violaciones de sus derechos que generan que ellos ya no puedan vivir de manera segura en su país.

Por lo que esto muestra cómo las mariposas y los migrantes se ven obligados a emprender un viaje que no es sencillo de realizar, ya que implica el dejar todas sus memorias de su lugar atrás para comenzar desde cero. Pero aun así, no se rinden y mantienen la esperanza de que todo saldrá bien.

De forma personal, opino que el arte es una forma de generar conciencia a las personas sobre un mensaje en particular. En este caso, sobre el estilo de vida de las personas migrantes con la finalidad de que cada persona comprenda lo difícil que es dejar atrás todo y aún así seguir adelante. La población migrante suele ser más vulnerable a la violencia y a la injusticia debido a la percepción equivocada que la sociedad tiene sobre ellos. Es por eso que me gustaría lazar la voz mediante el arte con la finalidad de mostrar que, como las mariposas, los migrantes cruzan fronteras buscando un lugar donde sus alas puedan volver a abrirse.

Mención Honorífica: Eleyn Echarry

A continuación, una explicación de la obra:

En un mundo donde las fronteras son cada vez más marcadas, la palabra migrante a menudo se asocia con términos como “invasión” o “robo”. Sin embargo, detrás de cada persona que cruza una frontera, hay una historia de supervivencia, una búsqueda de un futuro que en su país de origen se ha vuelto inalcanzable. No venimos a robar su país; venimos a encontrar un lugar donde nuestra vida, nuestro trabajo y nuestros sueños no estén en peligro constante.

La decisión de dejarlo todo atrás no es un capricho. Es el resultado de una desesperación profunda, una que no deja otra opción. No es una elección fácil. Dejamos atrás a nuestras familias, nuestras raíces, los olores y sabores que nos recuerdan a la infancia. Lo hacemos porque la alternativa es enfrentar la violencia, la persecución política, la falta de oportunidades o, en muchos casos, el hambre. Cruzamos desiertos, mares y montañas, no por el deseo de invadir, sino por el anhelo de vivir. Buscamos un refugio, un espacio para reconstruir nuestra existencia y ofrecer a nuestros hijos la esperanza de una vida mejor.

Al igual que ustedes, nosotros también queremos estabilidad, paz y la oportunidad de contribuir. Somos ingenieros, agricultores, maestros, artistas; personas con sueños y talentos que queremos compartir. Venimos con la esperanza de trabajar y enriquecer la comunidad que nos acoge. Las manos que trabajaron la tierra en mi país, están listas para ayudar a construir un nuevo hogar. Los ojos que vieron la injusticia, están listos para ver un futuro donde la paz sea una realidad.

En medio de esta travesía, yo encontré mi libertad a través de la fotografía. Recuerdo la primera vez que tomé una cámara. Fue en mi ciudad natal. El peligro era palpable en cada esquina, pero a través del lente, el mundo se transformaba. Los escombros se convertían en texturas, las sombras en historias y los rostros cansados de la gente, en retratos de una resiliencia inquebrantable. La cámara era mi escudo y mi voz. Con ella, podía capturar la belleza que aún existía entre el caos, documentar la humanidad que se negaba a rendirse.

Un día, mientras huíamos, una familia se detuvo a mi lado. El padre me miró con ojos llenos de miedo y me pidió que tomara una foto de su hija. “Quiero que tenga un recuerdo de su hogar, por si no volvemos”, me dijo. En ese momento, entendí que mi arte iba más allá de mi propia liberación. Era una herramienta para preservar la memoria, para darle a otros una prueba de que existieron, que lucharon y que no se rindieron. A través de mis fotografías, honro la vida que dejé atrás y celebro la que estoy construyendo aquí. Este no es un acto de conquista, sino una forma de compartir mi historia y mi humanidad. Venimos a vivir, a trabajar y a encontrar un lugar al que podamos llamar hogar, al igual que ustedes.

Te invitamos a seguir explorando y a conocer a las ganadoras y ganadores de las categorías restantes del Concurso de Arte 2025. Cada obra cuenta una historia única y vale la pena descubrirla.
Conoce más sobre las personas ganadoras de las otras categorías aquí: