MEDICINA EN MANOS DEL PUEBLO
ENFOQUE PASTORAL EN LA MEDICINA NATURAL Y LA HOMEOPATIA EN XALISCO, NAYARIT
Por largos años antes de la llegada de las Hermanas del Verbo Encarnado, las Hermanas Auxiliadoras trabajaban en la pastoral en Xalisco, Nayarit en donde atendían a los más pobres, los cortadores de caña, las nuevas colonias y las comunidades de la sierra.
Luego, en años recientes, cuando las Hermanas Auxiliadoras, tomaron la decisión de retirarse de Xalisco, invitaron a nuestra congregación a continuar su misión en Xalisco. Por lo tanto, algunas hermanas en discernimiento con el liderazgo congregacional, aceptaron la invitación y a lo largo de tres años, sirvieron allá las Hnas. Ana Luisa Prieto, Erika López, Laura Soto, Juana Lugo e Ivonne Ramírez.
Las hermanas, al llegar a Xalisco, Nayarit, empezaron con conocer la realidad y discernir en qué podían colaborar de acuerdo con el Plan Diocesano de Pastoral. Se dieron cuenta que las Comunidades de la Sierra que visitaban, eran ejidos que habían empezado de la nada, desde limpiar el terreno, construir sus casas de palitos, sembrar árboles frutales y buscar servicios: agua, luz, camino. Vieron que en la sierra estas comunidades vivían en pobreza, trabajando mucho y recibiendo poco por su producción de frutas, café y aguacate.
La Hna. Laura fue a visitar los albergues de las familias cortadoras de caña y ahí se dio cuenta de que era un trabajo muy difícil y muy mal pagado. Dijo que la caña se quemaba para que salieran las víboras y demás animales que habitaban ahí y entraban los cortadores de caña, hombres en su mayoría, pero también mujeres y adolescentes, venidos principalmente de pueblos alejados de Guerrero y que vivían en espacios muy pequeños en los albergues con las consiguientes dificultades de relación, pobreza y abandono.
Generando Visión Pastoral
Teniendo en mente la declaración Laudato Si de nuestra congregación que dice: “Nosotras, como Congregación de las Hermanas de la Caridad del Verbo Encarnado, nos comprometemos a nutrir una administración de nuestra casa común donde se respete el equilibrio con acciones concretas, demostrativas y motivadoras hacia el bienestar de uno mismo, de la familia, de la comunidad, de la sociedad en general y de toda la creación, viviendo conscientemente con este compromiso desde un estilo de vida y de ministerio,” las hermanas optaron por generar un proceso comunitario para fortalecer los liderazgos locales en la promoción y el desarrollo de acciones en cuidado de la salud, la ecología, la cultura y la convivencia con la finalidad de mejorar la calidad de vida de las familias en el municipio de Xalisco y en las Comunidades de la sierra.
Y de ahí articularon cuatro metas:
- Acompañar a las personas en el cuidado de la ecología y salud integral con talleres de desarrollo humano y medicina alternativa para mejorar su calidad de vida.
- Promover la participación de diversos miembros de la comunidad, en la detección y solución de las necesidades de su localidad para fortalecer su identidad y pertenencia, así como el desarrollo de habilidades de liderazgo para el bien común.
- Acompañar a las personas en su desarrollo personal y comunitario y en la gestión de espacios educativos, recreativos y culturales en favor de la vida comunitaria de su propia localidad.
- Fomentar el encuentro con Jesucristo que favoreciera la unión en familia y la solidaridad con la comunidad.
Dentro de estas cuatro metas, las hermanas, prestaron particular atención a la salud: Ivonne, a la medicina natural y Laura, a la homeopatía[1]. Luego, Sor Erika se enfocó en el acompañamiento a los jóvenes y en la programación de la pastoral parroquial; Sor Anilu, en el visiteo y la formación de Comunidades Eclesiales de Base en una parroquia perteneciente al decanato y Sor Juanita, quien llegó en el último año, acompañó a Sor Ivonne a la sierra y se hizo cargo de los niños de un albergue apoyando en la catequesis y con la lectura y escritura.
Impulso a la Medicina Homeopática
La Hna. Laura, como enfermera, había llevado muchos años trabajando tanto en la pastoral de la salud como en la pastoral popular. Cuenta que su interés en la homeopatía había empezado en la década de los ochenta en la Sierra Tarahumara, Chihuahua por dos razones: el costo alto de la medicina alópata y la animación del Dr. René Torres, una eminencia en el campo de la salud, quien le explicó a Laura los beneficios de la homeopatía. Si una sustancia causa un síntoma en una persona sana, el darle a la persona una cantidad muy pequeña de la misma sustancia podría curar la enfermedad. Al darse cuenta de esto, Laura leyó libros recomendados por el Dr. René. En sus años en la Tarahumara Laura recordaba que la gente recibió muy bien la homeopatía. Hacía mucho efecto sobre todo en los niños, porque no tenía efectos secundarios y era muy efectiva. Así que siguió usándola en Xalisco, junto con los masajes y la reflexología.
Laura comentó además que en Xalisco hay cantidad de farmacias con medicina alópata pero poco acceso a la homeopatía. Por eso ella promovió el acceso y consumo de la medicina homeopática. Dijo que la homeopatía es especialmente efectiva en casos de depresión y ansiedad; pulmonía, gripe, tos y otros muchos malestares.
Medicina en Manos del Pueblo…
La Hna. Yvonne, quien había estudiado en la Escuela de Trabajo Social la “Medicina en manos del Pueblo” (micro dosis, pomadas, jabones, jarabes) como parte de la formación para Promotoras de Salud en las Comunidades y en unión con el Movimiento de Salud Popular Nacional, decidió animar y ofrecer asesoría en el cultivo y preparación de plantas medicinales en Xalisco. Como su nombre lo dice, la Medicina en Manos del Pueblo busca rescatar el conocimiento ancestral de las plantas medicinales, que viene desde la época prehispánica.
Comentó Yvonne que Nayarit tiene una gran herencia cultural en el uso de hierbas medicinales para tratar diferentes padecimientos. La principal ventaja, dice Yvonne, es el uso de la medicina natural es que, con unas técnicas muy sencillas, todo mundo la puede elaborar. Es barata y efectiva. La dificultad es que muchas personas ahí se habían acostumbrado a la rapidez de las pastillas o las inyecciones para calmar el dolor o los síntomas de las enfermedades. Yvonne entonces promovió la elaboración de medicina natural. Comentó que las familias, habían construido contenedores de agua, hechos de cemento. Pero el agua estancada en los contenedores producía mosquitos y por ende, riesgo de dengue. Contó Yvonne que las enfermedades más comunes en aquellas comunidades siguen siendo la diabetes, la anemia, el dengue y la artritis; los reumas, cáncer y la gripe. Por eso se enfocó en enseñar la micro dosis de plantas medicinales, además de preparar pomadas y jarabes. Actualmente las familias ahí ya usan las plantas que se dan en la localidad, como la sábila, sangre de grado, pasiflora y las hojas de guanábana.
A la par de la promoción de la medicina natural, las Hnas. Ivonne y Juanita, además, acompañaban a las familias en dos comunidades campesinas en la sierra. En San Antonio, la comunidad más alejada, pequeña y dividida por las religiones y en donde trabajan el café, la pulpa de la guanábana y el tamarindo, promovieron tres comunidades de mujeres que se reunían en torno a la lectura orante de la Biblia, colaborando en la formación de pequeñas comunidades que profundizan el seguimiento de Jesus y ponen al servicio de la comunidad, sus carismas.
Yvonne solía iniciar la lectura orante de la Palabra de Dios o Lectio Divina con cuatro preguntas claves:
- ¿Qué dice la Palabra de Dios?
- ¿Qué dice para mi vida personal?
- ¿Qué quiero responder a Dios?
- ¿Cómo puedo compartir esto con mi familia y con mi comunidad?
Lo más importante, explicó Yvonne en la Lectio es contestar en Círculo Sagrado, como en la Conversación Espiritual, en la que cada persona tiene el mismo tiempo para expresarse sin que nadie la interrumpa ni le conteste. Concluida la oración, pasaban a tratar temas de organización de la comunidad con la ayuda de los sectores, y tratan de promover acciones de salud, ecología y convivencia.
Creciente Participación Comunitaria
Como hermanas CCVI, Laura, Ivonne y Juanita, animan al seguimiento de Jesús en el discipulado, en la vida comunitaria y en el servicio como parte esencial a la vocación cristiana. Con las señoras encargadas de la Iglesia y las coordinadoras de sector, las hermanas han organizado un grupo coordinador para diversas actividades: limpieza de la Comunidad, Fiesta Patronal, oración en las casas, convivencias, procesiones, rescate de la historia, compras en común y actividades para costear el techo de la sacristía.
[1] La homeopatía tiene una larga trayectoria en México. Se introdujo en México entre los años 1849 y 1856 por médicos españoles provenientes de Cuba. Se fundó el primer hospital de homeopatía en San Miguel de Allende en 1871 y 22 años después se inauguró el Hospital Nacional de Homeopatía, en julio de 1893.
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