“De todos modos, todo buen árbol da buenos frutos, y un árbol podrido da malos frutos. Un buen árbol no puede dar frutos malos, ni un árbol podrido puede dar buenos frutos. Todo árbol que no dé buenos frutos será cortado y arrojado al fuego. Así que por sus frutos los conocerán” (Mateo 7,17-20).
Este pasaje en el Evangelio de Mateo nos ayuda a comprender los Frutos del Espíritu Santo, que son los comportamientos observables de las personas que han permitido que la gracia del Espíritu Santo sea efectiva en ellos.
¿Dónde revelo los frutos del Espíritu en mi vida diaria? Amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, generosidad, gentileza, fidelidad, modestia, autocontrol, castidad.
Obtenido de https://www.ccvichapel.org/post/by-their-fruits-por-sus-frutos
En el encabezado, fotografía de Tim Mossholder en Unsplash.
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