Reflexiones desde Casa Claudio

por Oct 31, 2020¿Qué hacemos?, Blog, Misioneros, Reflexiones0 Comentarios

Queridas Hermanas:

Hace casi 5 años iniciamos un proyecto en Magdalena Atlazolpa, bajo el cobijo de un sueño: dar continuidad a nuestra presencia CCVI en esta zona de Iztapalapa, hacer palpable el amor de Dios en esta realidad humana donde la violencia y la carencia de recursos nos gritan que es urgente acercarnos como Hermanas. En aquel momento sentimos la  fuerza y bendición de la Congregación, ustedes estuvieron alentando nuestros pasos, y la voz de Jesús llamándonos a correr riesgos, a mirar con ternura nuestra fragilidad y la de las personas, reconociendo que juntos podíamos sabernos capaces de generar cambios para  reconstruir el tejido social.

En diciembre 2019 se realizó una evaluación del Proyecto en sus áreas operativa y administrativa, con recomendaciones sustanciales para el mismo. Se reconoció la pertinencia de los programas en vistas a la atención a las familias y se consideró que el uso del espacio necesitaba nuevas estrategias para su autosustentabilidad.

Una de las recomendaciones fue realizar un estudio de teoría de cambio, para mirar en prospectiva, construir escenarios futuribles que permitieran encausar nuestras energías hacia metas claras con  un alcance profundo y sistemático.

Después del periodo más intenso de confinamiento por la pandemia, se retomó el estudio con la asesoría del Sr. Rodrigo Bustamante y  Karen Roque. Tomando aproximadamente  3 meses, la entrega del informe fue el pasado 16 de octubre.

Este periodo ha sido una gran oportunidad para plantearnos muchas preguntas, pero sobre todo para valorar cada esfuerzo realizado, cada paso es un logro. Cuando miramos los procesos de la comunidad y de las familias, -incluyendo este periodo crítico de emergencia sanitaria- podemos decir que hay una hermosa cosecha. 7 Proyectos con temas de salud y bienestar integral, atención emocional y Reconstrucción del Tejido Social, junto con programas formativos y deportivos. Esto es posible por la subvención que hemos recibido de Christus Fund y Hilton Fund for Sisters; aunado a las alianzas que hemos realizado, de manera especial con el Centro Univesitario Incarnete Word CIW, Centro de Investigación y Acción Social, CIAS por la Paz,  Centro de Formación para Terapeutas PoderSer; más recientemente con el Centro de Integración Juvenil (CIJ), Fundación Luis Pasteur, la Universidad IBEROAMERICANA CDMX; además hemos encontrado aliados en la misma comunidad, líderes generosos que apoyan de manera constante e incondicional.

Mucho antes de que llegará el proyecto Casa Claudio  ya se compartía el espacio con la comunidad eclesial, por más de 35 años los  servicios religiosos de la  parroquia de Santa Rosa de Lima, a la que pertenece el Pueblo de la Magdalena se atienden en este espacio.

Al hacer un recorrido histórico pasando por el corazón lo que por gracia hemos vivido, sentimos la confirmación de Dios, Él  nos sigue invitando a desgastarnos a favor de su pueblo en este espacio tan querido de la Magdalena. Justamente, María Magdalena se ha convertido en compañera nuestra, para hacernos discípulas del maestro y servidoras de la comunidad. Son muchos los testimonios que nos animan a continuar. En este momento contamos con dos proyectos para formar líderes en etapa de incubación: “sanadoras del corazón” y “Cuidadoras comunitarias”.

Seguimos confiando en la divina Providencia, ya que nos ha asistido desde el inicio, estamos seguras que lo seguirá haciendo. Preparemos nuestro 5º Aniversario renovando nuestro compromiso, ahora que la pandemia nos ha llevado a palpar otros dolores de duelos múltiples y de crisis económica.  Sabemos que seguimos contando con su oración y bendición.

Por Sor Teresa de Jesús Vázquez Hernández

 

 

 

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